Pequeño núcleo poblacional declarado Bien de Interés Cultural, adquirió importancia a partir del siglo XVIII con el establecimiento de las familias más importantes del término municipal, debido a las dificultades surgidas en el abastecimiento de agua en el Lomo de Arico. Este servicio estaba asegurado en Arico El Nuevo por la procedente de La Degollada, por lo que a partir de 1719, empieza el traslado de familias desde el Lomo de Arico hacia Arico El Nuevo, siendo entonces levantada la ermita dedicada a Ntra. Sra. De la Luz.

Arico El Nuevo se estructuró aprovechando como vía principal el camino de La Degollada a El Porís. En la parte alta se situó la ermita y su plaza, en torno a las cuales se fabricaron varias casas. A lo largo del pueblo surgieron edificios terreros o de dos plantas, los cuales tienden a dar interés a sus fachadas, algunas de buena arquitectura y enriquecidas con cantería labrada en sus vanos y cornisas.